Jumilla cuenta desde el 30 de septiembre de 2019, con un nuevo museo en la Casa de la Hermandad del Cristo Amarrado a la Columna, lleva el nombre de nuestro fundador D. Roque Molera Rivera, siendo la primera vez que tenemos la oportunidad de rendirle homenaje de alguna manera con esta dedicatoria

Un museo distinto a los que hasta ahora había en Jumilla por su contenido. Consta de varios ámbitos, que vienen a poner en escena la historia de la Hermandad en imágenes para recrear de alguna forma la retina del espectador.

Se estructura en siete ámbitos haciendo un atractivo recorrido que no dejará impasible al visitante.

Los Armaos son el gérmen de la Hermandad, con ellos, se inicia lo que hoy es la Hermandad del Cristo Amarrado a la columna, es por ello que una parte importante de este museo esté dedicado a ellos, siempre han sido una sección relevante de la Hermandad en particular y de la Semana Santa de Jumilla en general

Además de participar en las procesiones de Semana Santa, velaban el Monumento  en la Parroquia Mayor de Santiago desde Jueves Santo y Viernas Santo, participando también Sábado Santo en la celebración de la Resurrección y la escenificación de El Caracol.

Se pueden apreciar trajes con más de 100 años de antigüedad, algunos después de muchos años, han vuelto a ver la luz ya que en el año 2017,  hubo una refundación y se recuperaron, volviendo a participar en las Procesiones de Semana Santa conformando un grupo compuesto por casi medio centenar de personas en sus distintas secciones (Paloma, Lanceros y Tambores

En el museo, el visitante, podrá admirar piezas únicas donde perderse, vestigios que traen recuerdos y evocaciones a la memoria, llenas de nostalgia sobre todo para las familias que tienen aquí una parte de su historia, piezas especiales por su exclusividad, valor artístico, perfección técnica y significado simbólico.

Es muy difícil reflejar de forma concreta en qué consiste la atracción que ejercen en nosotros los Armaos. Su cromática vistosidad y la heterogénea riqueza de formas y colores en las túnicas y mantos, reflejan el sentimiento de la gracia que florece en el alma jumillana.